08 mayo 2006

Telefonos y telefonista

Cuando yo era pequeña, la casa de mis abuelos maternos era de las pocas que tenian telefono en el pueblo y la unica del barrio, y ese barrio era todo mi mundo, ahi se acababa.
Todas las madres con hijos fuera del pueblo, de nuestro barrio se entiende, daban nuestro numero de telefono para poderse comunicar con sus retoños emigrados. A cualquier hora del dia sonaba el telefono y era Manoli la hija de Misinda, o el hijo de Lucia la Colorá o era para Angel Cachimeno y te decia que fueras a llamar a su madre o su padre, la que quisiera que atendiera el telefono salia corriendo como una bala, mas aun si era conferencia, a avisar al destinatario. Abrias el postigo, casi no recuerdo de ninguna puerta a la que tuviera que llamar cuando era pequeña, casi todas estaban abiertas, del dia a la noche, dabas una voz decias algo como telefono!!!! y salian pitando para mi casa. Volvias con una madre sudorosa, secandose las manos en el mandil y con los ojos llenos de emocion. Cuando terminaban nos contaba que tal les iba a sus hijos y la pena que les dabas que estuvieran tan lejos, a veces lloraban sin consuelo y nos daban mil veces las gracias.
Aun recuerdo como me gustaba la casa de Misinda, y de la silla que me hizo el marido de Lucia y como olia en la casa de Angel.
Hoy llamo alguien preguntando por su madre, y se habia equivocado.

2 comentarios:

Landahlauts dijo...

Un post precioso, Anna, leyéndolo me ha parecido verte corriendo pueblo arriba pueblo abajo. Además me ha servido para darme cuenta de que antes teníamos más aguante que ahora. No?

Anónimo dijo...

Hola her, realmente precioso. Aunque yo no estuve en esas situaciones se perfectamente a que te refieres. Que lindo es venir de un pueblito, no? y un poco triste ser nosotras ahora las que estamos lejos de nuestra mama, y que sea ella la que espera nuestra llamada impaciente.

Que de tiempo sin leerte...aunque veo q andas un poco ausente...tu también. muchos besos.

Emocionada